Claves intelectuales y éticas de la generación Z
Hablemos de la mentalidad o la forma de ver la vida de las nuevas generaciones. ¿Quienes son estas nuevas generaciones? Reciben distintos nombres: post-millennials, generación Z, iGeneration… Aquí hablaremos de generación Z, la gente que tiene ahora mismo entre 15 y 30 años.
Libertad y desorientación
Examinemos primero dos conceptos que nos van a ayudar a entender mejor a esta generación: libertad y desorientación. Vivimos en sociedades democráticas donde los dos valores fundamentales son libertad e igualdad. La libertad se entiende como la capacidad de decidir sobre tu vida sin que nadie te imponga nada ni nadie influya (tú eres libre de elegir el camino que quieras en la vida, la profesión…). La igualdad, hoy en día mucho más claro, se entiende por que no hay que discriminar a nadie por ninguna razón. Estos dos valores que son fundamentales hoy y positivos tienen un efecto en la vida personal de los más jóvenes. 2 efectos:
(1) Desorientación: si vivimos en una sociedad donde el valor supremo es la libertad entendida como autonomía y los referentes morales, familiares o sociales han desaparecido o no son ya referentes normativos, en realidad a lo que lleva esta situación a la generación Z es a una especie de desorientación que no ayuda porque uno tiene que tomar decisiones importantes.
(2) Afán de ser auténtico: ser protagonista de la propia vida. No vivir porque me lo han dicho mis padres, por lo que he visto en casa o porque me lo diga la religión y ya está sino porque considero que eso es lo mejor, me puedo identificar por ese modo de vida y lo siento. Esta autenticidad es muy positiva porque evita riesgos como llevar una doble vida o que con el tiempo ese itinerario vital que uno ha empezado quiebre porque no lo había asumido personalmente. Tiene también un riesgo: cuando la autenticidad se identifica con oponerse a lo establecido, con la originalidad, con el querer ser distinto por el mero hecho de ser distinto.
La sospecha como actitud
Todo esto ayuda a entender un rasgo específico de las nuevas generaciones: la sospecha como actitud. Hay un estudio de los más jóvenes que hicieron en Holanda hace unos años (Generación Einstein) que decían algo relevante, no como eso de que son la generación más preparada de la historia, sino por lo siguiente: cuando un joven hoy en día ve un anuncio de publicidad lo que se pregunta de modo instintivo es qué hay detrás (cuál es la estrategia que está utilizando para venderme algo o para convencerme de algo) o cuando ve una serie de plataformas sucede algo similar: qué ideología movía a los que hicieron esta serie, a los que han hecho este guión, es decir, de qué me quieren convencer. Esta actitud de preguntarse qué hay detrás o de sospechar es lo nuevo, no simplemente confiar que no hay ninguna intención especial. Esto tiene aspectos positivos y negativos.
Aspectos positivos de la actitud de sospecha: uno está prevenido porque quien quiere vendernos algo tiene una estrategia o muchas de las series que vemos tienen una carga ideológica y ser crítico es algo bueno y necesario en algunos casos.
Aspectos negativos de la actitud de sospecha: cuando por defecto uno en su vida personal desconfía o sospecha al entablar una relación de amistad con otra persona. Cuando uno conoce a alguien es muy largo el proceso hasta que llega a confiar en ella porque tiene la duda de si realmente el otro no busca algún provecho de esa relación. La consecuencia que tiene esta situación es que los jóvenes, a pesar de tener más posibilidades de relaciones que nunca o estar más conectados que nunca, en los momentos decisivos se sienten muchas veces solos. Esa soledad es lógicamente muy problemática porque los seres humanos necesitamos la amistad o el amor y el problema de esa soledad es que es fruto de esa falta de confianza.
Dos sugerencias a la hora de ayudar en la educación:
(1) Ser conscientes de que a veces esa situación de soledad lleva a la gente joven a buscar vías de escape en actitudes consumistas o hedonistas que pretenden sustituir ese vacío que uno nota dentro de sí y que lógicamente no lo consiguen y lo único que hacen es empeorar la situación.
(2) Lo que hace falta es generar confianza: convirtiéndose en personas que son capaces de generar confianza por su modo de ser, por su modo de plantear las cosas o por las ideas que tienen. Ante esas personas que son capaces de generar confianza, los jóvenes se sienten muy atraídos porque es lo que están buscando. Se sienten solos, por un lado y por el otro, necesitan tomar decisiones importantes y no tienen orientación, por tanto, cuando ven a alguien que les da confianza, acuden a esa persona y escuchan. Las nuevas generaciones tienen las «antenas» abiertas, a diferencia de otras que estaban más cerradas, encasilladas en su postura ideológica.
Relativismo y emotivismo
Relativismo es considerar como relativas las cosas, sobre todo, los sistemas de valores, por lo que no hay nada que sea definitivamente bueno ni definitivamente malo. Como la verdad no existe, cualquier cosa vale. Ese relativismo lleva a algo que en ética se llama emotivismo. El que acuñó este término en la época contemporánea es Alasdair MacIntyre en su libro «Tras la virtud», cuya lectura recomendamos.
Emotivismo no es igual a sentimentalismo. Los jóvenes son sentimentales por definición, va unido a su desarrollo, pero el emotivismo es una situación en la que la distinción entre lo bueno y lo malo no se hace en base a la razón, sino teniendo en cuenta los sentimientos. Por ejemplo: tratar lo distinto como distinto no es discriminatorio. En esto hay mucha gente de acuerdo. Pero mucha gente no lo acepta porque enseguida la gente lo aplica a un conjunto de personas que conoce y no lo acepta, por los sentimientos, por las entrañas, porque me convertiría en un discriminador, aunque la razón diga lo contrario.
Propuesta: los argumentos son necesarios siempre, pero no bastan, hoy en día no son suficientes. Hay que apelar a la experiencia y educar a partir de ella. El único modo de contrapesar esa fuerza que tienen las entrañas, el sentimiento, el emotivismo, es que las personas lo experimenten. Habrá que poner ejemplos, ver casos, apelar a las propias experiencias de cada uno.
Ausencia del padre y fragilidad
Son dos características muy específicas de las nuevas generaciones actuales:
Ausencia del padre
La ausencia de la figura paterna, a la que corresponde poner límites o dar seguridad, tiene como consecuencia que en las nuevas generaciones hay una gran fragilidad. Para entender bien el concepto fragilidad, ayuda mucho distinguirlo de la debilidad. La arcilla o la plastilina son débiles o maleables, el cristal no, es frágil.
Fragilidad
¿En qué se refleja esta fragilidad y qué tiene de problemático?
Los jóvenes enseguida personalizan. Por ejemplo: crisis de la familia porque el divorcio está muy extendido y eso no es bueno para nadie, todos sufren. Sin embargo si dices que había que trabajar en que una sociedad no haya divorcios se produce una distorsión por esa personalización que hace más difícil que acepten o entiendan verdades que son fundamentales en el ámbito ético, religioso o social. Los conceptos de bueno y malo se han convertido en conceptos demasiado duros. No hay que renunciar a ellos, pero hay que tenerlo en cuenta, porque cuando alguien dice que algo es malo o un vicio, es recibido por el joven y ese joven lo personaliza del modo que acabamos de decir.
Vivimos en una sociedad que tiende a hiperproteger a los más jóvenes. La solución, puesto que los jóvenes son como son, no es dar un salto y volver a modos anteriores que no van a funcionar porque ya hay una fragilidad instalada culturalmente en las nuevas generaciones. Aquí la propuesta es generar esperanza: a la hora de proponer un discurso ético, un modo de vida o hablar de lo que no está bien no se haga simplemente de un modo normativo sino también acompañado de un discurso esperanzador. Los jóvenes, ante discursos esperanzadores, son idealistas, les interesa pero también se dan cuenta de que es difícil, encuentran dificultades en su vida propia y en la sociedad que les rodea y ante esas dificultades, en vez de crecerse, tiran la toalla. Y tiran la toalla no solo porque sean débiles sino porque les falta esperanza. Es muy importante en el acompañamiento que seamos capaces de despertar en ellos la esperanza.
Superficialidad
Tiene dos sentidos: ser caprichoso y superficialidad que surge de que las nuevas generaciones se han criado con internet. Esto se manifiesta en el ámbito educativo, ético, moral o vital porque se tiende a simplificar. La lectura de temas profundos que hacen los jóvenes es superficial porque tienden a pensar de modo dicotómico: bueno/malo, guay/aburrido… Lo que sucede es que la vida real que aparece en esas historias de la buena literatura o de la buena filosofía justo lo que tienen es complejidad que es entender la vida que aparece ahí reflejada y la propia vida uno tiene que profundizar.
El primer objetivo educativo es el de romper esa tendencia a quedarse en una lectura o una visión superficial de los temas vitales.
Propuesta: la que propone o la que aparece en el libro del obispo Robert Barron Encender fuego en la tierra cuando habla de que es la hora de la belleza. Él dice que teniendo en cuenta el contexto actual, si vemos cuál es la relación entre el bien, la verdad y la belleza, en otras épocas de la historia se podía empezar por la verdad o por el bien directamente. En cambio, hoy en día, precisamente porque la verdad está puesta en duda, porque las personas personalizan y porque vivimos en un contexto emotivista en el que es muy difícil entender el mensaje moral porque se recibe de un modo distorsionado, lo que nos queda, que no es poco, es la vía de la belleza.
La vía de la belleza tiene que ver con la belleza artística, la belleza de la naturaleza, con el cultivo de la sensibilidad, eso es necesario, pero hay que ayudar a los jóvenes a descubrir la belleza de la vida en modelos ejemplares y admirables: santos, padres, personas que ellos admiran… Es una vía de acceso a la belleza para llegar a la verdad y el bien porque por reflexión la persona dice: ese modo de vida me atrae, esa persona me atrae… En un proceso educativo podría ser asequible llegar rápidamente a la explicación de por qué atrae, qué tiene de verdadero o qué tiene de bueno.
Conclusión
El objetivo de toda esta reflexión es ayudar a las nuevas generaciones, en primer lugar, a comprenderse porque comprenderse uno a sí mismo tiene un efecto liberador y cuando los jóvenes se reconocen en esa imagen es un principio muy positivo. Aunque hemos mencionado muchos aspectos negativos y problemáticos porque tampoco hay que engañarse ante un mundo de cambio cultural con muchos problemas, no quiere decir que la nueva generación sea peor que las generaciones anteriores. Hay caras y cruces, aspectos positivos y negativos. Nueva situación que parte de una serie de problemas pero que también abre estos caminos enriquecedores: afán de autenticidad, la importancia de la experiencia…
En estos procesos culturales y sociales, no hay un único culpable, pero la carga de la responsabilidad para ayudar a los jóvenes en estos problemas está en los educadores, en los que tienen ahora más de 40.
Mencionamos 4 libros y 1 película para seguir profundizando en estos temas:
De tal palo, escrito por Javier Schlatter. Explica de un modo muy accesible que en la sociedad actual hay una ausencia de la figura paterna: en sentido estricto, porque hay una crisis de la familia tremenda porque mucha gente se ha criado sin padre o el padre no ha estado presente totalmente. Lo que no es tan evidente es que incluso en familias donde han estado presentes padre y madre, el rol del padre no ha sido el propio de la paternidad. Muy recomendable.
Del que ha acuñado el término emotivismo en la época contemporánea, Alasdair MacIntyre: Tras la virtud.
The Coddling of the American Mind, un libro de Greg Lukianoff y Jonathan Haidt, sobre el mimar a las nuevas generaciones. Es un hecho: a los más jóvenes desde todas las instancias (familares, educativas, vida social…) se les hiperprotege y eso tiene como consecuencia la fragilidad porque al estar hiperprotegidos no están expuestos a los peligros de la vida que es lo que nos hace madurar. Esta situación es negativa. Estos autores y muchos otros lo que promueven es que a los jóvenes, de modo razonable, se les ayude a tomar sus decisiones, se les de libertad, se fomente que tengan más afán de autonomía, de arriesgar, de aventura.
Superficiales: ¿Qué está haciendo Internet con nuestras mentes?
Boyhood (Momentos de una vida) (2014): una película singular que se rodó durante 12 años con el mismo protagonista, desde los 6 hasta los 18, y en la que se va viendo el desarrollo de joven. En esta película aparecen muchos de los aspectos de los que hemos hablado.