V ENCUENTRO BTT DEL CAMINO DE ANDORRA
Os dejamos la crónica de la excursión realizada por Chimo.
El sábado por la noche fuimos hacia un pequeño pueblo del Alt Urgell, Aravell, donde teníamos alquilada la casa rural de Cal Gol para pasar la noche. Al llegar nos recibió muy amablemente Lourdes que estuvo muy pendiente de nosotros a lo largo de toda la estancia. El domingo a las 9:30 habíamos quedado con los otros tres grupos que se apuntaron: tres de Girona (Juan, Sergio y Juan), dos de Lleida (Francisco y un amigo) y tres de San Cugat (Carlos, Chema y César), que se sumaban con 4 que vinimos en representación del Colegio Mayor Pedralbes (Chimo, Edu, José y José María).
El punto de partida era el golf de Aravell de donde empezamos a rodar en dirección a Bellestar. El tramo de subida era de unos 10 kms, donde cruzamos el camino a pie a la altura de Cal Roger. A medida que íbamos subiendo podíamos contemplar el valle del Segre que limita la vertiente norte de la sierra del Cadí-Moixeró. Cuando llegamos a la Collada de la Torre (el punto más alto de la jornada con 1,611 m) de la montaña hicimos una parada para comer. Allí tuvimos un rato muy agradable en la que compartiremos las anécdotas de la subida y recuperamos fuerzas. Después de unos 45 minutos de descanso seguimos la ruta.
Comenzaba la bajada por la otra cara de la montaña que nos conduciría después de un tramo más llano hasta el punto de inicio. Durante la bajada pudimos ver las vistas desde la parte norte de la montaña que daban en el Pirineo andorrano ya algunos lugares emblemáticos del Camino de Andorra como es el barranco de la Cabra Morta. El paisaje y el entorno eran típicos de la mejor postal pirenaica: nos cruzamos con vacas y caballos, arroyos y bosques frondosos. Una vez llegamos al cauce del Valira seguiremos el GR-7 hasta Anserall donde ascenderemos ligeramente para encontrar la Borda Cadena y cruzar el depósito de Montferrer y Castellbó. Poco después ya estábamos en Bellestar, a pocos kilómetros desde donde había arrancado la expedición.
Al llegar, fuimos a la casa rural donde pudimos comer y disfrutar de una buena conversación con el resto de participantes donde surgían con naturalidad las diferentes experiencias de la jornada. Todos teníamos una misma conclusión: hay que repetir estas rutas por el Camino de Andorra! Y así surgió la idea de hacer una travesía integral en bicicleta de montaña de todo el camino: esperamos que esta iniciativa pueda ver la luz el próximo verano. ¡Os mantendremos informados!