“Ahora he podido ver la fuerza que tiene el estar unidos”
Artículo de Pablo Tresserras Martínez, residente del Colegio Mayor Pedralbes.
Todo empezaba una semana antes de que iniciáramos la semana santa de este curso 2020. Estaba como todos en aquel momento de marzo, confuso. No sabía cuándo ni cuánto iba a durar esta prueba a la que me afrontaba y es que suponía un parar todos los planes que iba trabajando mi mente como el trabajo en grupo de genética, las prácticas de laboratorio, los fantásticos planes del colegio mayor que ya iba a anunciar… Estaba desconcertado, solo me quedaba, como a todos, creer en las medias implantadas por «los de arriba» frente el Covid19… y aplicarlas.
Sinceramente, al principio a mí no se me hizo difícil, pues me confiné con la gente a la que más quiero en el mundo y con la que hacía tiempo que no pasaba un buen rato con ellos a causa de residir en Barcelona por los estudios (dado que yo soy de Tarragona). Desde el primer momento supe encarar la situación unido con ellos, superando las pequeñas zancadillas del día a día que siempre al hombre le invade la mente y…. sí, nadie se libra de la típica rallada, pero lo único que revierte esto es la unión con los tuyos, el estar bien con los demás y el entregarse a los demás. Cuando esto lo tienes claro, no hay problema que te supere. Por ejemplo, veía a mucha gente agobiada por los quehaceres de la universidad, pero yo siempre he pensado y pienso que hay que hacer un poquito cada día y que llegamos hasta donde llegamos, Dios pondrá el resto…
Pronto, con una gran impotencia en nuestras manos, empezaron a venir las primeras desgracias: a amigos se les morían familiares… cosa que me hacía meterme más aún en la gravedad del asunto en que nos encontrábamos, a todos ellos les deseo lo mejor para ellos y su familia, y que sepan que los tengo presentes en mis oraciones.
Para acabar me gustaría animar y apoyar a toda la gente que está sufriendo porque también tengo que reconocer que he sido uno de los privilegiados, si se le puede llamar así, en este tiempo de tanto mal. Porque dentro de lo que cabe, mi familia está sana y con ganas de que pase esto y vuelva todo a la normalidad. Lo bueno que le he podido sacar a esta situación ha sido el reencontrarme en llamadas con amigos que hacía tiempo que no hablaba o reforzar la amistad con los que me codeaba día a día. En definitiva, he podido ver la fuerza que tiene el estar unidos y en esos pequeños o no tan pequeños ratos con ellos me han dado ganas de, al salir del confinamiento, aplicarlos en mi vida diaria.
Por último, insisto en el ánimo y unión fraterna a todos y recordad que todo viene y todo se va en esta vida, lo único que nos queda es aprender de ello con una sonrisa por delante, aunque a veces las circunstancias nos den la espalda.