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Los esquíes cargados en la Wolskvagen, las botas Salomon en su funda, todo listo para partir. El destino: La Molina. El objetivo: disfrutar de un fin de semana de esquí. La buena compañía y la música Rock&Roll hicieron que el viaje fuera corto. El viernes por la mañana, Óscar Marín inauguraba la convivencia con una caída espectacular,donde casi se va ladera abajo. Por su parte, Cristian se calzó por vez primera unos esquíes y acto seguido se emocionó al sentir deslizándose sobre la nieve. Otro de los no iniciados era Juan Diego que, superando todo temor, bajó un par de aquellas pistas tan imponentes que son de color rojo. Pero, para hablar de proezas la de Iván Torres: tras largos minutos de temor y concentración consiguió bajar con la tabla de snow una negra, verdad Borri? Aunque, si hablamos de snow, no podemos olvidarnos de Roger Roura. Hay quien dice que solo fue a la convivencia con la esperanza de poder comprar en Andorra algo de tabaco, pero los que le hemos visto bajar alguna pista, sabemos que disfruta cogiendo velocidad y haciendo virguerías en los saltos. Si hay alguien que le gustan los saltos, ese es Joaquín Aguinaga. La pista que más disfrutó fue una que tenía cuatro grandes saltos muy seguidos.

El sábado hubo dos grupos que se mantuvieron unidos en todo momento. Por un lado iban Miguel Trías, Marc Ferrer, Joan Estrada, Roc Estrada y Andreu, que disfrutaron con los fuera de pista. El otro grupo era el de Borri, Quim Llopart, Diogo y Carlos Viché, que sin duda aprovecharon hasta el último céntimo del forfait, ya que, en la última bajada, a Quim le daban calambres del agotamiento… no me extraña, después de haberse tirado por varias negras siendo la segunda vez que esquiaba.

Por último, no me quiero ir sin hablar de Jonathan. Sin duda su historia dará mucho que hablar en las tertulias… y en YouTube, cuando colguemos el vídeo de la caída que grabó con la GoPro. Seguro que Jonny les está muy agradecido a Javi Martínez, Adrián Carro, Javi Gual, Lluís Molas, Miguel Antón, Josep Maria, y demás… por acompañarle en todo momento.